Infografías realizadas para Europan diseñado por el arquitecto Marcos Belmar

Ordenación pormenorizada de un sector en Denia (Alicante)_Urbanismo

Proyecto en colaboración con David Cárdenas y Marcos Belmar

Vivienda unifamiliar aislada_Prefabricación

Proyecto en colaboración con Marcos Belmar y Antonio García.

Nuevo modelo penitenciario_Investigación tipológica

Proyecto en colaboración con Marcos Belmar

Edificio de viviendas y oficinas en Murcia_Investigación tipológica

Proyecto en colaboración con Marcos Belmar

Proyecto fin de carrera_Infraestructura urbana

El proyecto debe resolver la confluencia de diferentes modos de transporte ferroviario (tav, ancho convencional, feve y tranvía) combinado con un espacio para reuniones ofreciendo así servicio logístico y de transporte público a todo el ámbito interprovincial Valencia-Alicante-Murcia-Albacete donde se sitúa la actuación. El objetivo del proyecto es responder con ambición a las exigencias de las infraestructuras ferroviarias, conviviendo con sus límites preestablecidos, proponiendo nuevos puntos de interés, con una relación activa entre los espacios de espera y la naturaleza, motivada por la implantación de la pieza en el territorio, y gracias a la organización espacial y a la materialidad de la arquitectura propuesta.

En definitiva, se trata de acondicionar un lugar natural que ya de por sí es propicio para esperar al tren, por tanto la idea es potenciar y mezclar los elementos naturales con los sistemas artificiales; la textura del corte del terreno, las sombras tamizadas de los pinos, la inclinación del terreno, los aromas, la lluvia, el viento, etc… se mezclarán con las rampas que salvan los desniveles, la sombra pixelada de la cubierta, la traslucidez de los textiles, los espacios semiabiertos y semicerrados, etc…

Funcionalmente, la propuesta presenta un esquema de circulaciones muy sencillo con una organización clara, comprensible y anticipable basada en una serie de niveles superpuestos que se desarrollan de manera transversal a los andenes y a la montaña, con un programa muy determinado en cada uno de ellos. En los dos primeros niveles que se desarrollan bajo los andenes, nos encontramos con las circulaciones de los pasajeros y los accesos a los andenes y en los dos siguientes con los espacios de reunión y de espera. Así las velocidades de circulación de los usuarios en cada una de las plataformas son muy distintas disminuyendo conforme vamos ascendiendo de nivel y nos vamos alejando del acceso. Para entenderlo fácilmente, podríamos decir que la energía mecánica de los cuerpos se mantiene constante; conforme vamos ascendiendo de nivel la energía potencial aumenta y la energía cinética disminuye.

Toda esta organización, tanto de las plataformas como de los aparcamientos está estrechamente vinculada con la naturaleza, adaptándose como un fluido a las curvas de nivel y a la vegetación de pinos existentes, que entran a formar parte de la construcción espacial de los espacios interiores.

Por su situación, una parte importante del proyecto era la manera de abordar la ejecución de todo este sistema de plataformas. Para ello se plantea la colonización de todo este entorno a partir de una estructura prefabricada modulable que se va posando sobre el terreno sin realizar ningún tipo de desmonte ni terraplenado.  Esta pieza prefabricada está formada por una estructura base a modo de paraguas anclada a una cimentación ejecutada in situ mediante micropilotaje. Esta será la estructura a partir de la cual se configuran las dos primeras plataformas que son las que ocupan la parte inferior de los andenes. Para los dos siguientes niveles este módulo se completará añadiendo dos arcos biarticulados que servirán de soporte tanto para el revestimiento exterior como interior. Aparece una ley de implantación que determinada que la dimensión mínima de los pilares que se anclan con la cimentación serán como mínimo de 50 cm. garantizando así que no se produzca ningún desmonte. Para la unión de dos módulos se dispondrá otra pieza prefabricada que no apoyará en el terreno sino que lo hará sobre estos módulos.

La aparición de este módulo estructural permite hablar de flexibilidad, dando así respuesta a un valor intrínseco de este tipo de arquitecturas donde pueden surgir programas de lo más variopintos como llevarse a cabo una exposición, instalar una zona de intercambio de libros con otras estaciones, realizar una pequeña actuación musical, etc… programas sin una ubicación determinada que podrían ir moviéndose por todo este gran espacio natural. En esta propuesta se ha encajado un programa orientativo que lo habita. Sin embargo, la naturaleza modular de este espacio, permitiría modificar las adscripciones funcionales de cada zona: ampliarla, disminuirla y hacer que los usos aparecieran y desaparecieran. Esta versatilidad posibilitaría un trabajo de desarrollo conjunto con los expertos y promotores que haga que la propuesta se adapte a las necesidades definitivas sin perder las cualidades de eficacia programática, separación de las circulaciones, construcción industrializada y buen funcionamiento bioclimático.

Continuando con la idea inicial de potencia y mezclar todos estos elementos naturales con los artificiales, los sistemas de revestimiento exterior propuestos (membranas textiles con diferentes grados de traslucidez, discos de leds, vegetación y membranas fotovoltaicas flexibles) generan una serie de condiciones de iluminación, temperatura, humedad, vistas, procesos energéticos, etc… que se combinan y asemejan mucho a los procesos naturales generados por los pinos preexistentes. Además regulan el acondicionamiento de los espacios interiores minimizando así el consumo energético.

Otra de las características es el carácter de sencillez de colocación y temporalidad que presentan, unos revestimientos con un carácter temporal donde la vegetación caduca, la densificación del pixelado, la instalación de paneles sándwich interiores se adaptan a las necesidades de los programas que van a ocupar cierta zona.

Por tanto, la relación con el entorno va variando a medida que vamos recorriendo las plataformas pero siempre con la naturaleza y el paisaje como telón de fondo, en las dos primeras plataformas se habita el espacio que queda bajo los andenes mientras que en las dos siguientes se ocupa el espacio de esta cubierta, donde van variando las condiciones climáticas apareciendo espacios protegidos del sol pero no de la lluvia con una visión directa hacia el paisaje, espacios estancos con un cerramiento traslúcido que nos permite relacionarnos visualmente con el paisaje, espacios sin ningún tipo de protección climática, espacios cerrados en sí mismo totalmente protegidos de las condiciones climáticas, etc… en definitiva, las condiciones climáticas van variando a lo largo de todo el espacio.

En definitiva no se pretende crear algo estanco y cerrado en sí mismo, si no que trata de ser una arquitectura muy relacionada con ese espacio natural, es lo que he llamado la fantasía de la estación al aire libre.

Parada de tranvía en la Universidad de Alicante

Concurso en colaboración con Marcos Belmar y Javier Pérez Cuadrado.